Te ocurre a veces que te detienes en Fillide y pasas allí el resto de tus días. Pronto la ciudad se decolora a tus ojos, se borran los rosetones, las estatuas sobre las ménsulas, las cúpulas. Como todos los habitantes de Fillide, sigues línes en zigzag de una calle a la otra, distingues zonas de sol y zonas de sombra, aquí una puerta, allà una escalera.....
Las ciudades y los ojos 4. ITALO CALVINO
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